PROYECTO DE INNOVACIÓN Y/O INVESTIGACIÓN TECNOLÓGICOS PRESENTES EN LOS CENTROS EDUCATIVOS

Innovación es un término de moda en los últimos años y por tanto del que se ha usado y abusado hasta la saciedad. La innovación es lo que salva a las empresas, los innovadores son lo moderno, sin innovación no hay crecimiento, no hay futuro, etc. Pero muchas veces, no se tiene claro a qué nos referimos cuando hablamos de innovación y a menudo se confunde con otros términos como emprender, creatividad o investigación y desarrollo (I+D).

 El uso de las nuevas tecnologías en el aula es cada vez una realidad mayor y una necesidad, que implica un cambio de estructura, adaptación e implementación , como también una integrabilidad de los entes involucrados en los cambios y desafíos que nos traen los nuevos avances, a tal realidad la educación y la tecnología avanzan ,puesto que se tiene en cuenta para la creación de criterios que van en beneficio de nuevas construcciones, siendo su propósito principal el ofrecer nuevas e innovadoras estrategias de aplicación , como lo es el caso de “INTERNET EN EL AULA”, esta estrategia, pretende potenciar la implantación y el manejo de las TIC en educación.

En un estudio reciente publicado por el Teachers College de la Universidad de Columbia, un equipo de investigadores de Michigan State University, University of Toledo y Johns Hopkins University examinaron el proceso complejo de integración de tecnologías en el aula. Uno de los temas claves sobre la interacción entre tecnología y educación se refiere a las condiciones sobre las cuáles la tecnología puede ser usada de una manera efectiva para mejorar el rendimiento escolar. Según los autores, a pesar de que haya crecido mucho el acceso a los ordenadores en los colegios, el uso de ellos sigue bajo. En su trabajo, los académicos estudiaron la brecha entre acceso y uso al examinar la relación entre innovaciones tecnológicas y realidades de la escuela. 

El estudio encontró once factores importantes que influyen en el grado de éxito de las innovaciones tecnológicas en el aula. Cada factor está dentro de uno de tres dominios: el profesor, la innovación y el contexto. En términos del docente, los investigadores encontraron que tres factores contribuían al éxito de innovación tecnológica en el aula: habilidades en tecnología, compatibilidad pedagógica y conocimiento social. Las habilidades en tecnología se refieren tanto a la habilidad de usar hardware y software como a entender otras tecnologías y condiciones que permiten el uso de hardware y software.

El tercer dominio que tenía un efecto sobre el éxito de las innovaciones fue el contexto en que aquellas ocurrían. Según el estudio, se destaca la importancia de que los profesores conozcan las ventajas y desventajas de varias tecnologías, cómo utilizarlas, faciliten las condiciones de la tecnología que piensan usar y sepan que su integración requiere apoyo de otros profesores.

En conclusión, para innovar hace falta trabajar mucho, además de planificación y disciplina, lo cual no sucede espontáneamente. De hecho, muchos docentes asisten a seminarios, tras la búsqueda de actualizarse y desarrollar competencias en el manejo de nuevas tecnologías para la enseñanza, y al salir de estos el entusiasmo por aplicar lo aprendido se esfuma, debido a diversas limitantes. La traducción de ideas y el entusiasmo que genera participar de estas formas de aprendizaje, son bastante difíciles de llevar a la práctica, por lo que no debe sorprender si el cambio se genera poco a poco. Levitt citado por Poole, 2001, describe lo difícil que es lograr el cambio innovando y distingue entre innovación y creatividad. La creatividad señala “es pensar las cosas de nuevo, mientras que la innovación es hacer cosas nuevas. Hay muchas personas que se les ocurren buenas ideas que mejoran el modo de hacer las cosas en las escuelas, pero hay poca gente capacitada para hacer lo necesario para traducir sus ideas a la práctica. Las ideas adquieren vida cuando son traducidas en acción como manifiesta Levitt citado por Poole, 2001, “Las ideas no sirven de nada si no se hace uso de ellas”.

Así que además de ser creativos debemos ser innovadores y contribuir a que los demás sean innovadores con nuestro aliento  y voluntad de compartir el tiempo y la energía, para promover la integración de la tecnología en el currículo de todos los niveles de enseñanza-aprendizaje del sistema educativo. Las nuevas tecnologías pueden emplearse en el sistema educativo de tres maneras distintas: como objeto de aprendizaje,  medio para aprender y apoyo al aprendizaje. En el estado actual, es normal considerar las nuevas tecnologías como objeto de aprendizaje en sí mismo, pues permiten que los alumnos se familiaricen con el ordenador y adquieran las competencias necesarias para hacer del mismo un instrumento útil a lo largo de los estudios, en el mundo del trabajo o en la formación continua cuando sean adultos. Sin embargo, donde las nuevas tecnologías encuentran su verdadero lugar es en la enseñanza, puntualmente, como apoyo al aprendizaje. Las tecnologías así entendidas se hayan pedagógicamente integradas en el proceso de aprendizaje, tienen su sitio en el aula, responden a unas necesidades de formación más proactivas y son empleadas de forma cotidiana. La integración pedagógica de las tecnologías difiere de la formación en las tecnologías y se enmarca en una perspectiva de formación continua, evolución personal y profesional, como un “saber aprender”.

Podrán utilizarse las nuevas tecnologías, pero se seguirá inmerso en la pedagogía tradicional si no cambia la idea de que  el profesor tiene la respuesta y se pide al alumno que la reproduzca. En una sociedad en la que la información ocupa un lugar tan importante, es preciso cambiar de pedagogía y considerar que el alumno inteligente es el que sabe hacer preguntas y es capaz de decir cómo se responde a esos cuestionamientos. La integración de las tecnologías contempla pasar de estrategias de enseñanza a estrategias de aprendizaje. El estudiante de hoy debe realizar un caminar distinto al tradicional, se requiere que sea activo en su aprender, que construya su aprender y no otro por él, que sea un creador, un desarrollador de proyectos, que razone y reflexione, que piense y resuelva problemas, que investigue y evalúe. Habilidades y destrezas que le permitirán tener viabilidad en una sociedad que transita a un ritmo sin precedentes y que define sus funciones continuamente, donde la información, el conocimiento y la comunicación imprimen un sello dinámico y cambiante. Atendiendo a las consideraciones anteriores, se demanda de un estudiante flexible, aliado al cambio, adaptable a situaciones nuevas, capaz de manejar la incertidumbre, con visión de mundo, actuando como un ser humano pleno, capaz de construir y reconstruir su aprendizaje, estando consciente de sus virtudes y limitaciones.

Como consecuencia, esta nueva sociedad necesita un estudiante que aprenda a construir tempranamente las estructuras mentales que condicionarán su aprender a aprender. Un estudiante que provisto de este arsenal cognitivo pueda tener mayores oportunidades para crecer como persona y desarrollar sus potencialidades humanas. Crecimiento personal que está mediado por la incorporación de nuevos recursos tecnológicos al aula para apoyar el aprender como el computador, los multimedios, hipermedios, la Internet, entre otros.

Las áreas de aplicación de las TIC son diversas: se puede trabajar con softwares educativos, con programas diseñados en función de un objetivo pedagógico claro y evidente, con herramientas de productividad, a las que el facilitador podrá sacar los mayores beneficios, o bien a través del uso de la Internet, que permitirá abrir el mundo a los estudiantes, dando acceso a posibilidades de interacción global y entregándoles un bagaje de experiencias significativas que fortalecerán su aprender.

La idea es hacer que el aprendizaje sea visible y la tecnología se torne invisible, como única forma de lograr una real integración curricular, haciéndola desaparecer para así resaltar el aprender. Se debe usar el computador, los multimedios, los hipermedios y la Internet no sólo en el tradicional laboratorio de computación, sino también dentro del aula de clases, utilizándolos como herramientas, recursos y materiales de aprendizaje insertos en la diversidad de medios del aula. Además será necesario aplicar la tecnología informatizada mediante una planificación y metodología para que su uso sea efectivo y significativo.

La transparencia, la ubicuidad y la metodología en el uso de las TIC son factores claves en su integración curricular. También será fundamental capacitar a los docentes en el uso, aplicación e integración curricular de la tecnología informatizada y su implementación de aulas para que se conviertan en micro mundos interactivos en la construcción del conocimiento.